sábado, 26 de noviembre de 2011

No Voy a Disculparme

Todos los que nos dedicamos a una actividad que tiene que ver con el arte, sea artista o artesano, necesitamos tener algo que nos inspire, cada trabajo que hacemos tiene su pequeña historia, para mi, fue una inspiración para hacer esta talla leer los tres primeros libros, pertenecientes a una saga de esta artista de las palabras. Sus personajes, aventuras y vivencias, en un mundo de fantasía, que bien podrían ser verdad.


Cuando lo estaba tallando, tenia la extraña sensación de que las tenia a todas alrededor de mi mesa observándome; Mel a mi espalda tomando nota de todo, María elogiando la belleza de las tallas que veía por el taller, la pequeña Alejandra sentada sobre la mesa, sin perder detalle de lo que yo hacia, mientras jugueteaba con un trocito de madera en forma de dado que siempre está allí, Carla pendiente de Alejandra en todo momento para que no pusiera sus manitas muy cerca de las gubias, y el resto de las chicas, observándome con cara de admiración y comentando entre ellas, lo impresionada que se quedaría Mila cuando lo viese.

Y creo que lo conseguí…, impresionarla…, esa fue la sensación que me trasmitieron sus palabras.

 Foto realizada por Mª José Garrido García

Cuando terminas un trabajo, y recibes tantos halagos, te das cuenta lo que tu trabajo significa, lo que los demás te valoran, y hace que sigas para delante sin plantearte nada mas, eso vale más que todo el oro del mundo.

Gracias Mila Martínez, sigue deleitándonos con tus personajes y sus aventuras, y algún día nos encontraremos delante de un Beso de Luna.   

martes, 22 de noviembre de 2011

Retoques

Puede parecer complicado, pero no es tanto como parece.
Y puede parecer una de mis tallas, pero no lo es... solo la estoy retocando.
La talla pertenece a Natasha, una de mis alumnas y amiga, que siempre le gusta el mas difícil todavía, los retos e intentar superarlos, cueste lo que cueste, buscando siempre la perfección, y en mis clases los superaba y con muy buena nota.


Foto realizada por Natasha Larchier

viernes, 11 de noviembre de 2011

Trisquel

Símbolo celta con las tres espirales en movimiento representa tres manifestaciones de Dios.  Los Druidas eran los únicos que podían portar este símbolo sagrado.
El Trisquel manifiesta el principio y el fin, la eterna evolución y el perpetuo aprendizaje. Los brazos del Trisquel suponen la unión de los tres elementos fundamentales dentro del cosmos celta; la tierra, el agua y el aire. Como talismán era usado para curar fiebres y aliviar heridas.
Facilita el equilibrio entre el cuerpo la mente y el espíritu.
Y yo lo tengo junto a mi Trasgu, el que de vez en cuando hace de las suyas en el taller, y me saca una sonrisa haciéndome olvidar la nostalgia y el mal humor.


Estos son mi Trisquel y mi Trasgu. Mi fuerza y mi constancia. La tierra que piso, el agua que me sacia y el aire que respiro

Fotos realizadas por Natasha Larchier

jueves, 3 de noviembre de 2011

En Memoria de Inma

Ella fue la que insistió, insistió e insistió, hasta que lo consiguió.
Como no teníamos placa de la calle, propuso que la hiciéramos los tres vecinos, así que nos pusimos a ello.
 Tomás puso la madera, y ya terminada la colocó donde todos la pudiesen ver, yo la diseñé y la tallé, e Inma la tiñó y la barnizó.
Un ejemplo de colavoración vecinal, ella decía que no había placa en la comarca como la de nuestra calle, y con razón, "pa chulos nosotros".
Va por ti Inmaculada, te echo mucho de menos.


Madera de castaño, de un paño de una puerta, tallado en bajo relieve, con tinte nogal al agua y barniz nitro.